¿Qué es el sistema AEB y cómo funciona?
El AEB (frenado autónomo de emergencia) es un sistema de seguridad activa que detecta un riesgo de choque y puede aplicar los frenos si el conductor no actúa a tiempo. Su objetivo es evitar el impacto cuando es posible o, al menos, reducir la velocidad para que el golpe sea menos grave.
Componentes principales del AEB
Según el modelo, el AEB puede combinar:
- Cámara (normalmente en el parabrisas) para identificar lo que ocurre delante.
- Radar frontal para medir distancia y velocidad relativa.
- Sensores y centralita para interpretar la situación y decidir si intervenir.
- Coordinación con el control de estabilidad (ESP/ESC) y el sistema de frenos.
En algunos coches puede haber sensores adicionales, pero lo importante es que el sistema tenga una detección fiable y una respuesta rápida.
Cómo actúa el frenado autónomo de emergencia
En la mayoría de vehículos, el funcionamiento sigue esta secuencia:
- El coche monitoriza el entorno con cámara/radar.
- El sistema calcula si hay riesgo de colisión según distancia y velocidad.
- Si el riesgo es alto, puede alertar al conductor (según el vehículo).
- Si no hay reacción suficiente, el AEB frena automáticamente para evitar o mitigar el impacto.
Evolución del sistema AEB
El AEB empezó como una tecnología reservada a modelos de gama alta y, con el tiempo, se ha extendido a vehículos de todo tipo. Su evolución se basa en dos mejoras clave: sensores más precisos (cámara/radar) y software capaz de interpretar mejor situaciones reales de tráfico.
Hoy suele integrarse dentro de un conjunto de ayudas a la conducción (sistemas ADAS), y su presencia se ha acelerado con la llegada de nuevas exigencias de seguridad para vehículos nuevos en Europa.
Beneficios y limitaciones del frenado autónomo de emergencia
Beneficios
El AEB es especialmente útil para reducir accidentes comunes como los alcances. En estudios con datos reales, se ha observado una reducción aproximada del 38% en colisiones por alcance en vehículos equipados con AEB de baja velocidad.
Además, cuando no logra evitar el choque, puede rebajar la velocidad del impacto, lo que normalmente reduce daños y lesiones.
Limitaciones
El rendimiento del AEB depende del entorno y del estado de los sensores. Puede funcionar peor si hay lluvia intensa, nieve, suciedad en la cámara/radar, reflejos de luz o baja visibilidad. También puede haber diferencias notables entre marcas y versiones del sistema.
Para mantenerlo fiable, conviene:
- mantener limpias la zona de cámara y la parrilla/radar,
- no tapar sensores con pegatinas o accesorios,
- revisar el sistema si aparece un aviso en el cuadro o tras un golpe (puede requerir recalibración).
Integración con otros sistemas ADAS
El AEB suele convivir con tecnologías como el control de crucero adaptativo o la alerta de colisión, aportando una capa extra de seguridad cuando el conductor no reacciona a tiempo.
Conclusión
El AEB es una de las ayudas de seguridad más valiosas en el día a día: puede ayudar a evitar un accidente o a reducir su gravedad, especialmente en situaciones típicas de ciudad y tráfico denso.
Aun así, no sustituye una conducción atenta. Su efectividad depende del estado de los sensores, de la visibilidad y de cómo esté implementado en cada coche. Como parte de los sistemas ADAS, suma seguridad, pero el conductor sigue siendo el responsable final.