Resultado de la ITV desfavorable: ¿Qué hacer?

Una ITV desfavorable indica que un vehículo no cumple con los estándares de seguridad o medioambientales que exige la ley. Este resultado se debe a defectos serios que pueden poner en riesgo la seguridad del vehículo y sus ocupantes. El propietario debe reparar el vehículo y volver a una estación de ITV para una re-inspección en un plazo determinado, según la comunidad autónoma. Durante este tiempo, el vehículo solo puede ser llevado a un taller de reparación o de vuelta a la estación de ITV para una nueva inspeción.

Algunas de las razones más comunes por las que se recibe un resultado desfavorable en la ITV son:

• Problemas de iluminación y señalización: Fallos en los faros, luces de freno e intermitentes. Estos deben funcionar bien para garantizar la seguridad.


• Problemas con los neumáticos: Neumáticos con desgaste excesivo o irregular, o que no coinciden en el mismo eje. La condición de los neumáticos es crucial porque son el único contacto entre el vehículo y la carretera.


• Deficiencias en el sistema de frenos: Todo el sistema de frenos debe funcionar bien, incluyendo suficiente líquido de frenos y componentes como pastillas y discos en buen estado.


• Problemas de suspensión: Componentes como amortiguadores o resortes desgastados pueden afectar la estabilidad del vehículo y la distancia de frenado.


• Niveles altos de emisiones: Vehículos que superan los límites legales de emisiones de escape no pasarán la inspección, algo común en vehículos más antiguos o con motor diésel.


• Defectos en la carrocería y estructura: Daños graves como abolladuras u óxido pueden afectar la integridad estructural del vehículo.

En España, está prohibido circular con una ITV desfavorable. Esto indica que el vehículo presenta defectos importantes que afectan a su seguridad o emisiones, y deben corregirse antes de volver a circular, salvo en situaciones muy concretas.

Restricciones e implicaciones legales

• Circulación limitada: Solo se permite conducir el vehículo directamente a un taller para su reparación o a una estación de ITV para repetir la inspección.


• Problemas con el seguro: Al igual que conducir sin ITV, hacerlo con una ITV desfavorable puede invalidar la cobertura del seguro en caso de accidente.


• Sanciones más graves: Si no se repite la inspección dentro del plazo legal, el vehículo puede ser inmovilizado, y en casos graves, solo podrá moverse en grúa.


• Responsabilidad del propietario: El dueño debe subsanar todos los defectos indicados. Ignorarlos puede acarrear multas, anotaciones en el registro de tráfico y posibles consecuencias legales adicionales.