¿Qué es el ángulo muerto y por qué es peligroso?
El ángulo muerto (o punto ciego) es la zona alrededor del coche que queda fuera de tu visión usando los retrovisores. En la práctica, suele estar en los laterales traseros y es especialmente crítico en incorporaciones y cambios de carril, porque ahí pueden “desaparecer” motos, ciclistas o coches pequeños.
Para reducir el riesgo, lo más efectivo es combinar buenos hábitos con la tecnología si tu coche la lleva. Por ejemplo:
✔ Ajusta bien los retrovisores para ampliar el campo de visión.
✔ Antes de moverte lateralmente, señaliza y haz una mirada rápida por encima del hombro.
Si tu coche cuenta con otros asistentes, como el control de estabilidad (ESP), recuerda que ayudan en situaciones concretas, pero la base sigue siendo conducir con margen y anticipación.
Evolución del detector de ángulo muerto
Esta tecnología se popularizó a partir de los años 2000 y ha ido evolucionando desde avisos luminosos en el retrovisor hasta sistemas más completos que combinan sensores y asistentes de conducción.
Tipos de sistemas de detección de ángulo muerto
No todos los sistemas funcionan igual. A grandes rasgos, puedes encontrar:
• Aviso en retrovisor (pasivo): se enciende un testigo cuando detecta un vehículo en el punto ciego.
• Aviso reforzado (activo): si activas el intermitente para cambiar de carril, el sistema intensifica la alerta (parpadeo/sonido/vibración) si hay riesgo.
• Asistencia con intervención: en algunos modelos, el detector puede trabajar junto a otros ADAS (por ejemplo, Lane Assist) para ayudar a evitar una maniobra peligrosa.
Además, es frecuente que se combine con funciones relacionadas como la alerta de tráfico cruzado trasero, muy útil al salir marcha atrás.
¿Cómo funciona técnicamente el sistema?
El detector de ángulo muerto suele usar sensores (a menudo radares) ubicados en la zona trasera/lateral del coche. Esa información se procesa en una unidad de control y, si detecta un vehículo en el punto ciego, activa una alerta (normalmente visual en el retrovisor).
Cuando el sistema está en modo “activo”, si señalizas con el intermitente y hay un vehículo en la zona de riesgo, la advertencia puede aumentar (parpadeo, sonido o vibración). En algunos coches, también puede colaborar con otros asistentes para evitar un desplazamiento peligroso.
Ojo con esto: lluvia intensa, suciedad en la zona de sensores o baja visibilidad pueden afectar al rendimiento. Por eso es importante no depender solo del aviso y mantener las comprobaciones de siempre.
Errores comunes al cambiar de carril
Muchos sustos vienen de pequeños hábitos. Por ejemplo, cambiar de carril mirando solo el retrovisor, confiarse porque “no ha pitado” el sistema o señalizar en el último momento. El detector ayuda, pero puede tener límites en función de la velocidad, el entorno o la visibilidad.
La combinación más segura suele ser: intermitente con antelación, comprobación de espejos, mirada de hombro y maniobra suave.
Eficacia, ventajas y limitaciones
Estos sistemas pueden marcar la diferencia en maniobras laterales. Por ejemplo, análisis basados en siniestros reales han observado reducciones en choques por cambio de carril en vehículos equipados con detección de ángulo muerto.
Qué aporta en la práctica:
✔ Te da una “segunda capa” de información cuando hay un vehículo en el punto ciego.
✔ Ayuda especialmente en autopista y tráfico denso, donde los cambios de carril son frecuentes.
Limitaciones habituales: puede fallar o avisar de forma irregular si los sensores están sucios, hay lluvia intensa o aparecen usuarios pequeños/rápidos de forma repentina (por ejemplo, una moto). También puede haber avisos innecesarios con elementos del entorno.
Uso, mantenimiento y la señal de “ángulos muertos”
Para que el sistema funcione bien, cuida lo básico:
✔ Mantén limpios sensores y paragolpes.
✔ Si has tenido un golpe o reparación en la zona, revisa si necesita comprobación o recalibración.
✔ Úsalo como apoyo: espejo + intermitente + mirada de hombro.
Señal de ángulos muertos: además de la tecnología, la DGT ha difundido una señalización para advertir de los puntos ciegos en vehículos grandes en entorno urbano (reparto, autobuses, camiones). En otros países, como Francia, existe señalización obligatoria para vehículos de más de 3,5 toneladas.
Cómo encontrar un coche con detector de ángulo muerto
Si priorizas este asistente, revisa el equipamiento del modelo: puede aparecer como BSM, BLIS o “monitor de punto ciego”. También es buena idea compararlo con otros ADAS que suelen ir de la mano, como Lane Assist o la alerta de tráfico cruzado.
Si estás comparando seguridad de forma global, te interesa ver también los coches más seguros del mercado, donde suelen destacar modelos con varios asistentes a la conducción.
En Autohero puedes filtrar coches que incluyan detector de ángulo muerto y otros sistemas para encontrar una opción que encaje con tu uso diario.
Conclusión
El detector de ángulo muerto es una ayuda muy útil para reducir riesgos en cambios de carril e incorporaciones, sobre todo cuando hay motos o coches que quedan fuera de tu campo de visión. Aun así, no sustituye las comprobaciones del conductor: retrovisor, intermitente y mirada de hombro siguen siendo la base.
Para aprovecharlo bien, mantén limpios los sensores y revisa el sistema si has tenido golpes o reparaciones en la zona. Combinado con otros sistemas ADAS, puede aportar una conducción más segura y tranquila.